Santiago. Tras una semana de negociaciones entre 160 países asistentes, concluyó en Suiza la undécima conferencia de las partes (COP11) del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), y una de las conclusiones es que la industria tabacalera consiguió colarse en el cónclave, a través de delegaciones que bloquearon el consenso necesario para adoptar ciertas resoluciones.

El CMCT prevé resolver diferencias mediante el voto de los miembros que asisten a una COP, pero su secretariado ejecutivo prefiere decisiones consensuadas.

Hubo acuerdos, por ejemplo, responsabilizar a los fabricantes de la contaminación que implica arrojar al medio ambientes miles de millones de colillas de cigarrillos o deshechos de vapeadores y de tabaco calentado.

Pero en una de las más prioritarias, que era fi

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