Un equipo de científicos del Conicet y universidades públicas puso al descubierto cómo la forma y cantidad de bosque en el Chaco húmedo de la Argentina influye en la vida de los monos carayá.

El hallazgo reveló que no solo importa cuántos árboles quedan, sino cómo se distribuyen los fragmentos de bosque en una región cada vez más modificada por la agricultura y la ganadería.

El trabajo fue publicado en la revista American Journal of Primatology y aportó datos clave: cuando los parches de bosque se vuelven pequeños y están aislados, los monos carayá cambian su forma de agruparse y enfrentan nuevos retos.

“Muchas veces los animales se ven forzados a concentrarse en pocas islas verdes, lo que puede cambiar la cantidad de adultos y crías, y hasta la relación entre machos y hembras, dent

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