María y Teresa, dos de las mujeres víctimas de violencia sexual en el distrito huancavelicano de Manta durante el conflicto armado interno, esperaron durante casi 40 años para alcanzar justicia. En junio del año pasado 10 militares en retiro fueron condenados en primera instancia. Sin embargo, el fantasma de la impunidad sigue presente, pues la Corte Suprema ha postergado dos veces la audiencia para ver la apelación de los sentenciados.
La Sala suspendió la diligencia por primera vez el 17 de julio pasado, y volvió a hacerlo el último miércoles 19 de noviembre. Sin aviso previo, el mismo día, los magistrados decidieron no llevar a cabo la audiencia, sin importar que ambas mujeres dejaron todo para acudir a la convocatoria. Una de ellas, incluso, viajó durante horas desde su natal Man

La República

Noticias de Perú
Andina Política
Nola Sports
Bozeman Daily Chronicle Sports