Por MOGOMOTSI MAGOME y MICHELLE GUMEDE

JOHANNESBURGO (AP) — Las naciones más pobres que asistieron a la cumbre del Grupo de los 20 en Sudáfrica han utilizado la reunión para presionar a los líderes de las principales economías del mundo sobre la acción climática y los altos niveles de deuda, temas que afectan directamente al mundo en desarrollo.

También han buscado posicionarse como socios económicos con mucho que ofrecer en sectores como la minería, la tecnología y la inteligencia artificial, entre otros.

Muchos elogiaron a Sudáfrica, que entrega la presidencia rotativa del G20 a Estados Unidos, por promover una agenda inclusiva que prioriza las necesidades de las naciones más pobres al centrarse en la desigualdad global. Estados Unidos boicoteó la reunión de Johannesburgo destinada a

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