Los Pumas cerraron su temporada con una derrota ajustada por 27-23 ante Inglaterra en el mítico Twickenham Stadium, un escenario que siempre impone y que esta vez volvió a vibrar con un duelo de alto voltaje. A pesar de quedar a las puertas de la remontada, el equipo de Felipe Contepomi terminó quedándose con la bronca lógica, aunque también con la satisfacción de haber cumplido su objetivo mayor: asegurar el liderazgo de un grupo en el Mundial 2027.

El encuentro comenzó cuesta arriba para el conjunto argentino. El XV de la Rosa arrancó con una precisión quirúrgica y, apoyado en los lanzamientos de George Ford y los tries de Max Ojomoh e Immanuel Feyi-Waboso, clavó un 17-0 que puso en alerta a los de Contepomi. Sin embargo, los Pumas, fieles a su ADN de resistencia y rebeldía, encontraron

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