Un agente de la Policía Nacional ha fallecido tras sufrir graves lesiones en un intento de robo en Vinalesa, Valencia. El oficial, de 41 años, fue atacado el 8 de noviembre y permaneció en coma inducido hasta su muerte el martes en el Hospital Clínico Universitario de Valencia.

El policía, que estaba fuera de servicio, intentó frustrar el robo de palomos deportivos cuando fue golpeado en la cabeza con una piedra por un joven de 21 años. Este ataque le causó un traumatismo craneoencefálico severo. El agente fue encontrado inconsciente en la plaza de España por un vecino, quien alertó a los servicios de emergencia.

La Guardia Civil detuvo al presunto agresor y a un menor de 15 años que lo acompañaba. El joven de 21 años, que tiene discapacidad intelectual, fue puesto en prisión provisional bajo acusaciones de homicidio en grado de tentativa y lesiones agravadas. El menor fue liberado sin medidas cautelares, ya que no participó directamente en el ataque.

La familia del agente tomó la difícil decisión de desconectarlo de las máquinas que lo mantenían con vida tras recibir la noticia de que estaba en muerte cerebral. La Policía Nacional expresó sus condolencias a los familiares y compañeros del fallecido.

La investigación del caso fue compleja debido a la falta de testigos. Sin embargo, las grabaciones de cámaras de seguridad fueron cruciales para identificar a los agresores. Se determinó que los atacantes intentaban robar palomos de alto valor económico, que pueden alcanzar precios de hasta 40.000 euros.

El agente, que había sido recientemente asignado al Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, se encontró con los sospechosos en el momento en que uno de ellos se preparaba para entrar en la vivienda de un criador de palomos. La brutalidad del ataque ha conmocionado a la comunidad y ha puesto de relieve los riesgos que enfrentan los agentes en el cumplimiento de su deber.