La crisis de acceso a la vivienda sigue golpeando con fuerza, especialmente a los jóvenes que buscan independizarse. Los altos precios del mercado inmobiliario y el encarecimiento constante de los alquileres han llevado a muchos a compartir piso como única alternativa. Sin embargo, para algunos ni siquiera esa opción resulta sostenible a largo plazo. Es el caso de José Antonio, un joven de 29 años, natural de Medina Sidonia, que ha decidido dar un giro radical a su vida: renunciar a seguir compartiendo piso para vivir en una furgoneta.

Funcionario de profesión y con un sueldo mensual de 1.300 euros, José Antonio explica que ese ingreso le permitía, como mucho, alquilar una habitación en una vivienda compartida. Durante un tiempo estuvo destinado laboralmente en Murcia, donde convivía

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