El desenlace del partido de vuelta entre Real Oruro y Blooming por los cuartos de final de la Copa Bolivia se transformó en un episodio de violencia. La noche en el estadio Jesús Bermúdez terminó con gases lacrimógenos, una batalla campal y 17 expulsados , en un escándalo para el fútbol boliviano.

El empate 2-2 en el marcador global permitió que el conjunto cruceño avanzara a las semifinales con un resultado acumulado de 4-3. Sin embargo, la tensión se desbordó tras el pitazo final del árbitro Renán Castillo . “Al finalizar el partido, declaraciones subidas de tono del entrenador y jugadores de Blooming encendieron los ánimos, provocando una gresca en el ingreso a los vestuarios”, indicó el sitio La Patria . La Policía intervino con gases lacrimógenos, afectando a futbolista

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