Después de más de 20 años de negociaciones, el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea podría firmarse en menos de un mes. La fecha propuesta para la rúbrica es el 20 de diciembre, en Brasilia. El presidente de Brasil, Lula da Silva, es el principal impulsor de esta firma, que se espera que sea un hito en las relaciones comerciales entre ambas regiones.

Lula había planeado inicialmente que la firma coincidiera con la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que preside temporalmente, en Foz de Iguazú. Sin embargo, para asegurar la presencia de todos los mandatarios sudamericanos, propuso trasladar la cumbre al 14 de enero y mantener la firma del acuerdo para diciembre. Fuentes oficiales han indicado que el presidente argentino, Javier Milei, tiene la intención de asistir a la firma, aunque aún no se ha confirmado su agenda para la nueva fecha de la cumbre.

La situación política en la región es compleja. Milei y el presidente paraguayo, Santiago Peña, han formado una alianza, mientras que Lula y el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, representan otro bloque. Un colaborador de Milei expresó que ahora son "tres contra dos" en el manejo del Mercosur, lo que podría influir en la dinámica de la firma del acuerdo.

Paraguay ha sido un obstáculo en la organización del evento, ya que asumirá la presidencia del Mercosur tras Brasil. Aunque había especulaciones sobre la posibilidad de que la firma se realizara en Asunción, Lula ha decidido que se lleve a cabo en Brasilia debido a la situación con Paraguay. "Fijemos la reunión del Mercosur para comienzos de enero y firmemos el 20 de diciembre", declaró Lula a la prensa.

Todos los países del Mercosur están de acuerdo con la firma del acuerdo, aunque la demora proviene principalmente de la Unión Europea. Francia, Irlanda y Polonia han expresado preocupaciones sobre la protección de sus sectores agroindustriales. Sin embargo, una fuente diplomática argentina aseguró que "el acuerdo solo se puede firmar así" y que ya se han realizado rectificaciones y compensaciones por parte del Mercosur.

A pesar de las objeciones europeas, el documento final no sufrirá cambios significativos. Se contempla que la Unión Europea pueda aplicar salvaguardas para proteger ciertos sectores, lo que podría facilitar la firma del acuerdo. La situación se mantiene en desarrollo, y se espera que las negociaciones continúen en las próximas semanas, con la mirada puesta en la fecha de la firma.