Cuando un Estado deja de medir los aprendizajes, deja de distinguir dónde se agravan las brechas, qué municipios requieren intervención urgente o cuántas niñas y niños necesitan reforzamiento de aprendizajes. Y cuando no distingue, no prioriza; y cuando no prioriza, el presupuesto deja de ser una herramienta de garantía de derechos para convertirse en un ejercicio de inercia administrativa.

En los próximos días, el Congreso local recibirá el Paquete Económico 2026 y, con ello, dará inicio la discusión y aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos del Estado de Sinaloa. Es un momento decisivo. Ahí se define, con números y no con discursos, qué se considera como verdaderamente indispensable. En materia educativa, esa decisión debe orientarse a garantizar que niñas, niños y

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