El reto de lograr que los niños hagan los deberes sigue siendo una preocupación común en los hogares. Más allá de la cantidad de tiempo que dedican al estudio, los expertos señalan que el modo en que los padres se involucran influye directamente en la motivación y la autonomía de los menores.
El neuropsicólogo Álvaro Bilbao , conocido por su labor divulgativa sobre educación y funcionamiento del cerebro infantil, propone un enfoque basado en la conexión y el lenguaje. En este contexto, señala que una sola frase puede marcar la diferencia en cómo los niños asumen sus responsabilidades académicas.
¿Cuál es la frase positiva que sirve para que los niños hagan los deberes?
Álvaro Bilbao propone sustituir el clásico «Haz los deberes ahora» por una pregunta que invite al niño a pensar en las consecuencias de su acción:
«¿Cómo crees que te vas a sentir cuando mañana en clase tu profesora te pida tus tareas y no las tengas hechas?» .
Esta frase activa la reflexión , permite anticipar emociones y promueve la responsabilidad sin necesidad de órdenes directas . Su valor reside en que desplaza el foco del mandato al razonamiento. De este modo, los niños asumen sus obligaciones desde la comprensión y no desde la imposición.
Según Bilbao, utilizar un lenguaje empático y consciente no sólo ayuda a que los niños hagan los deberes, sino que también fortalece su capacidad para tomar decisiones y gestionar el esfuerzo . La disciplina positiva, aplicada con constancia, se convierte así en un recurso efectivo para el aprendizaje y el desarrollo emocional.
¿Cómo influye el lenguaje en que los niños hagan los deberes?
Bilbao sostiene que el cerebro infantil internaliza las frases que escucha con frecuencia. Mensajes negativos como «Eres un desastre» o «Nunca haces nada bien» pueden consolidarse como pensamientos automáticos que minan la confianza.
En cambio, un lenguaje orientado a la reflexión y la responsabilidad contribuye a que los niños hagan los deberes sin necesidad de presión externa.
El especialista explica que aprovechar esta tendencia natural del cerebro es clave. Transformar las exigencias en preguntas que estimulen la toma de conciencia permite que el menor conecte con las consecuencias de sus actos.
Qué dice la ciencia sobre la implicación de los padres en los deberes escolares
Distintos estudios internacionales coinciden en que la forma en que los progenitores se implican influye más que la cantidad de ayuda que ofrecen . Un metaanálisis de datos del informe PISA reveló que un exceso de apoyo puede correlacionarse con un menor rendimiento académico medio. El problema no está en acompañar, sino en sustituir.
Las investigaciones más recientes, recogidas por portales como Phys.org o la revista científica SciencePG , destacan que el apoyo a la autonomía es el tipo de implicación más beneficioso. Esto implica orientar sin controlar , permitir que el niño se equivoque y ayudarle a reflexionar sobre su propio proceso.
Cuando los padres gestionan bien sus emociones y promueven la independencia, el resultado es un entorno más favorable para que los niños hagan los deberes con eficacia y motivación.
Estrategias prácticas para favorecer que los niños hagan los deberes
Entre las recomendaciones basadas en evidencia destacan las siguientes:
- Crear un entorno adecuado: un espacio fijo, tranquilo y sin distracciones tecnológicas facilita la concentración. También se aconseja mantener horarios estables para estructurar el hábito.
- Fomentar la planificación: leer juntos las tareas, dividirlas en partes manejables y estimar tiempos ayuda a que los niños hagan los deberes con más control.
- Orientar sin sustituir: los padres deben guiar sin resolver por completo la tarea. Explicar un ejemplo, hacer preguntas o acompañar el proceso promueve la autonomía.
- Regular las emociones: mantener un tono calmado y valorar el esfuerzo por encima del resultado evita que el momento de los deberes se convierta en una fuente de tensión.
Estas pautas favorecen la responsabilidad y reducen la dependencia emocional y cognitiva. Además, permiten que el niño aprenda a gestionar su tiempo y a resolver dificultades por sí mismo.
Errores frecuentes que dificultan los deberes escolares
Existen hábitos que obstaculizan el objetivo de que los menores desarrollen autonomía y constancia:
- Hacer la tarea por ellos: sustituir su esfuerzo limita la capacidad de aprendizaje y genera dependencia.
- Convertir los deberes en un conflicto: la presión y los reproches disminuyen la motivación intrínseca.
- Falta de estructura: no contar con rutinas o espacios fijos provoca dispersión y desinterés.
- Enfocarse sólo en el resultado: valorar únicamente las calificaciones genera ansiedad y resta importancia al proceso de aprendizaje.

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