Felipe González , expresidente del Gobierno español, está harto de la polarización política que lleva años instalada en el Estado. Las redes sociales están llenas de reproches cruzados entre los principales partidos políticos que a menudo traspasan todos los límites y los ciudadanos se han acostumbrado a las malas palabras. Los ejemplos son múltiples y desagradables. Por ello, aprovechando que se acercan las fiestas de Navidad, el expresidente del Gobierno, Felipe González, muy crítico con Pedro Sánchez y otros perfiles del Ejecutivo y del PSOE, ha planteado una idea innovadora: una pausa de insultos que se alargue un mes y que sirva para poner freno a la polarización. Lo ha propuesto en un homenaje a Javier Lambán, expresidente de Aragón que murió el verano pasado, en el Senado. "¿Se

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