El debate no es estético, sino ético . No se trata de dónde lucen mejor los atriles, sino de dónde resuene con dignidad, el trabajo de más de 80 músicos profesionales que en un esfuerzo verdaderamente formidable, cada semana ofrecen un programa distinto .

La forzada reubicación de la (OSEP) del histórico Auditorio de la Reforma a las instalaciones del San Pedro Museo de Arte es mucho más que un simple cambio de sede. Es un síntoma claro de una política cultural errática, desarticulada, desencajada y francamente, irrespetuosa con su institución artística de mayor jerarquía.

Mientras los calendarios marcan el cierre de otro mes de actividad cultural y ya casi un año de sorpresas musicales inolvidables, la OSEP se encuentra en un incomprensible contorno acústico y logístico. La decisió

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