Tras la orden de paralización dictada por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) en la etapa IV del proyecto Loteo Llacolén (Coronel), el caso continuó con la respuesta de la inmobiliaria Pocuro y la aparición de voces ciudadanas del sector.

La medida —fundada en la presencia de un cuerpo de agua y vegetación húmeda dentro del predio— abrió un debate técnico y territorial que hoy enfrenta versiones contrapuestas sobre la dinámica hídrica del área.

Según la RCA de 2019, el sector correspondía a una vega con riesgo de anegamiento, sin cuerpos de agua permanentes y sin alteraciones proyectadas a cauces naturales. Ese contraste —entre lo declarado hace seis años y lo verificado ahora— es el eje de la controversia.

La SMA informó que en la etapa IV se constató un espejo de agua de 1,29

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