Hacer más, con menos esfuerzo. Esta meta tan ansiada para cualquiera que realiza trabajo físico agotador, podría dejar de ser una utopía pronto, gracias a un brazo robótico en formato de exoesqueleto blando, que se ciñe a un brazo del usuario y suplementa con su fuerza la del brazo natural, para ejercer más fuerza de lo normal o para ejercer la misma pero con un esfuerzo muy inferior al habitual por parte de la persona.

Para las personas cuyos empleos conllevan horas de alzar y manipular objetos pesados, así como de realizar movimientos repetitivos, incluso una pequeña innovación puede marcarles una gran diferencia en la prevención de futuros trastornos musculoesqueléticos y otras lesiones.

El nuevo exoesqueleto robótico de brazo, llamado PASE (Pneumatically Actuated Soft Elbow Exoskelet

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