CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El “Gringo Papi Tour” de Limp Bizkit fue un regreso generacional a los años 2000.
En su vuelta a México, la banda oriunda de Jacksonville presentó –con todo y cambio de sede de último minuto– una gira-festival denominada ‘Looserville’, la cual incluyó muestras de nu metal, rock, rap, metal y otras fusiones.
Se vivió en tres momentos: por un lado, Riff Raff, Slay Squad y Ecca Vandal, luego 311 y Bullet for my valentine, para después llegar a Limp Bizkit.
Del primer ciclo destacó Ecca Vandal, la californiana fue quien sentó las bases del ánimo del ‘Looserville’, además se añadió puntos entre el público al ponerse en algún momento la playera de la selección mexicana.
Luego llegó 311 (three eleven) en el marco de sus 35 años de carrera, aunque entre largos solos d

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