La presencia de un autobús y una gran carpa en la Fábrica de Orbaizeta dejaba entrever ayer que el acto en homenaje a Mikel Zabalza no iba a ser un acto cualquiera. Y es que este año se ha cumplido 40 desde que el orbaizetarra apareciera muerto tras ser detenido y torturado en la cárcel de Intxaurrondo . Por eso, su entorno quiso organizar un día especial que volvió a reunir a familiares, vecinos, amigos, antiguos compañeros, cargos políticos de EH Bildu y Geroa Bai, así como a miembros de Memoria y Convivencia del Gobierno de Navarra, alabando la “implicación y el compromiso de las personas” en logros como el reconocimiento de Mikel como víctima de la violencia de Estado.
AUTOBÚS SIMBÓLICO
Uno de los elementos más llamativos del acto fue el autobús restaurado de Dbus, idéntico al q

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