Unión Española consumó el segundo descenso de su historia tras una campaña marcada por la inestabilidad dirigencial, la mala planificación deportiva y el desgaste de un proyecto que, después de 17 años bajo la administración de Jorge Segovia, mostró sus grietas más profundas.

La derrota por 4-2 ante O’Higgins, en Santa Laura, le pone punto final a un hecho histórico. Pese a empezar arriba en el marcador, los errores futbolísticos volvieron a aparecer en Plaza Chacabuco.

La caída a la Primera B, 28 años después de la última vez, no fue un accidente ni un golpe repentino. Fue la consecuencia de una acumulación de decisiones fallidas que terminaron hundiendo a un club históricamente protagonista del fútbol chileno.

Un año que se desmoronó desde arriba

El primer síntoma apareció lejos de l

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