### Nueva Orleans en la Mira: Temor por Operaciones de Inmigración

Los agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) están programados para llegar a Nueva Orleans esta semana, lo que ha generado preocupación en la comunidad inmigrante. La operación, que comenzará el 1 de diciembre, ha dejado a los funcionarios locales en la incertidumbre. Matthew Willard, concejal electo, expresó que hay "caos y confusión general" y que la información recibida no es tranquilizadora. "Realmente tenemos miedo de lo desconocido", afirmó, refiriéndose a la cobertura de operaciones similares en otras ciudades.

La llegada de 250 agentes del DHS se produce tras operaciones en Charlotte y Chicago, donde se reportaron arrestos impactantes y enfrentamientos con manifestantes. Willard y otros líderes locales están analizando las tácticas utilizadas en estas ciudades para prepararse. La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, indicó que no se proporcionarán detalles sobre las operaciones por razones de seguridad.

La elección de Nueva Orleans como objetivo de esta ofensiva federal ha sido cuestionada. El presidente Donald Trump había mencionado la ciudad como parte de su estrategia de control de inmigración, citando problemas de delincuencia. Sin embargo, Willard argumentó que la ciudad es un "lugar acogedor" y que la intervención de la Patrulla Fronteriza carece de sentido, dado que Louisiana no comparte frontera con otro país.

Susan Weishar, defensora de los derechos de los inmigrantes, también criticó la operación, señalando que no tiene sentido en términos de política pública. Nueva Orleans, aunque tiene una población inmigrante menor en comparación con otras ciudades, cuenta con una comunidad que ha sido fundamental en la economía local, especialmente en la reconstrucción tras el huracán Katrina.

La alcaldesa electa, Helena Moreno, quien tiene raíces en México, ha notado un aumento del miedo entre los inmigrantes. "Hay padres que tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela", comentó. Su oficina ha emitido pautas para ayudar a la comunidad a interactuar con los agentes de inmigración, instando a las personas a cumplir con las órdenes y a documentar cualquier encuentro con las autoridades. La situación ha llevado a que muchos inmigrantes se queden en casa, aumentando la tensión en la ciudad.