La sociedad mallorquina ha perdido a un referente en el campo de la investigación con el fallecimiento, a los 98 años de edad, del revolucionario sacerdote Nicolau Pons i Llinàs (Artà, 1927-Bunyola, 2025). Fue uno de los tres jesuitas 'desterrados' a la Península por la Compañía de Jesús, junto a Miquel Garau y Jaume Mairata, aunque finalmente fueron acogidos por los Franciscanos en la residencia de la Porciúncula. Ordenado sacerdote a mediados del pasado siglo, tuvo largo recorrido en diferentes países del cono sur americano, como Bolivia y Argentina, antes de regresar a Mallorca.

Fue rector de la parroquia de Can Picafort entre los años 1974 y 1996, cuando se jubiló, pese a lo cual continuó con su labor de investigación, además de ser una figura clave en la difusión de la cultura a

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