«Estar en la calle visibilizando la infección por el VIH y a las personas que lo padecen sirve para romper esos tabús que pueden surgir cuando alguien se plantea hacer voluntariado o acercarse a la asociación». Quien habla es Loly Fernández , presidenta del Comité Ciudadano Anti-Sida de Asturias (Casipa). Aunque la situación «ha cambiado mucho» y lejos quedan ya los estragos sociales que suponía recibir un diagnóstico de VIH en 1990 –como le pasó a ella–, todavía siente la necesidad de insistir en el mensaje de que «indetectable es igual a intransmisible».

«Para las personas que vivimos con el VIH, ha sido muy importante quitarnos ese peso de la mochila y saber que no podemos transmitir el virus a otra persona», afirma, pero «también debería calar en la sociedad para perder el miedo

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