Por Freddy Ríos Urcelay

En los años 70 y 80 del siglo pasado, las clasificaciones nacionales y mundiales de boxeo estaban generosamente pobladas por yucatecos en las divisiones de menos peso.

En la de los moscas, el primer monarca mundial fue el “Maestro” Miguel Canto; don Guty Espadas Cruz lo alcanzó en el mismo peso, pero en el otro organismo, el “Chato” Freddy Castillo se coronó minimosca del Consejo Mundial de Boxeo para conformar la tercia completa de reyes al mismo tiempo; o sea, que en Mérida radicaba el 10% de campeones mundiales de aquel entonces, tomando en cuenta que solo había 15 divisiones en dos organismos.

Antes de concluir la década ochentera, se sumaron Juan Herrera (mosca) y Lupe Madera (minimosca).

El polifórum Zamná vivió dos diciembres hegemónicos para Yucat

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