La falta de reemplazo entre la población activa con estudios superiores se ha convertido en uno de los problemas estructurales más acuciantes del mercado laboral español.

La ratio entre población activa nativa joven –menor de 30 años– y la que se aproxima a la jubilación –mayor de 55– ha sufrido un deterioro «dramático» : ha pasado de 3,5 durante la década de 2000 a 2010 a apenas 1 en promedio desde 2017, y es inferior a 1 desde 2020.

Es decir, por cada trabajador cualificado que está por jubilarse, no llega siquiera un joven con estudios superiores dispuesto a sustituirlo, según los datos presentados ayer en el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo realizado por Fedea y BBVA Research.

Esta insuficiencia amenaza la capacidad del país para sostener su tejido product

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