Cada 1 de diciembre, organizaciones pacifistas de todo el mundo conmemoran el Día Internacional de los Presos por la Paz, una jornada dedicada a visibilizar a todas aquellas personas encarceladas por su objeción de conciencia, su resistencia no violenta o por negarse a participar en conflictos armados.

La fecha, impulsada desde los años setenta por movimientos antimilitaristas, busca recordar que, en muchos países, negarse a portar un arma o rechazar la guerra sigue siendo motivo de persecución y castigo.

Una causa que trasciende fronteras

Los llamados presos por la paz incluyen activistas, defensores de derechos humanos, periodistas y objetores de conciencia que, por razones éticas, religiosas o políticas, se han negado a integrarse en ejércitos o colaborar con instituciones militares.

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