CAMPECHE.- El segundo día de las Fiestas Patronales de Campeche se vistió de gala con un evento de profunda trascendencia espiritual: el emotivo encuentro entre dos de las imágenes más veneradas del estado.

El Cristo Señor de la Salud, protector de Hecelchakán, se encontró con el amado Cristo Negro, Señor de San Román, copatrón de la Diócesis de Campeche.

Esta convergencia de advocaciones se vivió como un momento culminante, llenando de fe y devoción a los asistentes.

Este histórico evento es mucho más que una procesión; es una imagen poderosa que simboliza la esperanza, refuerza la unidad en la fe de las comunidades y recuerda a los creyentes que, a pesar de las distancias, existe un mismo corazón creyente que late en todo el estado.

La feligresía participó con fervor en esta manifes

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