La competencia por dominar el mercado de cazas furtivos ha llegado al Dubai Air Show , donde China presentó su nuevo J-35 , un avión de combate de quinta generación que busca abrirse paso en un terreno dominado por Estados Unidos y Rusia. Según reporta SCMP , el anuncio marca un intento claro de Pekín por posicionarse como alternativa frente al F-35 estadounidense y el Su-57 ruso , en una región estratégica para las ventas militares.
El interés inicial en el J-35 ha sido evidente , aunque acompañado de dudas sobre su rendimiento real . Arabia Saudita, uno de los compradores más codiciados, rechazó la propuesta del modelo J-35A, lo que representa un golpe para las ambiciones de Pekín en el Golfo. Aun así, la exhibición del avión en Dubái confirma que China quiere jugar en las grandes ligas de la aviación militar, incluso si la batalla por contratos se mantiene cuesta arriba .
El Shenyang J-35: el avión caza furtivo que copia al F-35 estadounidense
Desarrollado originalmente por Shenyang Aircraft Corporation y producido por China National Aero-Technology Import & Export Corporation ( CATIC ), el J-35 es el segundo caza furtivo de quinta generación diseñado para competir directamente con los modelos más avanzados del mundo.
Su aspecto recuerda al F-35 de Lockheed Martin , pero con la promesa de ofrecer entregas rápidas y menos restricciones políticas que las opciones occidentales. Para Pekín, la estrategia es clara: aprovechar la creciente demanda en Oriente Medio y ofrecer un producto que combine sigilo, potencia y precio competitivo .

China vs. EE.UU. y Rusia
El mercado de cazas furtivos en Oriente Medio se ha convertido en un escenario de rivalidad geopolítica. Estados Unidos mantiene su hegemonía con el F-35 , mientras Rusia intenta ganar terreno con el Su-57. China, al presentar el J-35 en Dubái, busca demostrar que puede ser un tercer jugador capaz de desafiar a las potencias tradicionales. Sin embargo, los analistas señalan que la falta de experiencia operativa y las dudas sobre la capacidad real del avión podrían limitar su atractivo frente a competidores consolidados.
Por ejemplo, según Defence Security Asia , Arabia Saudita, uno de los principales compradores de armamento en la región, decidió no adquirir el J-35A . Esta negativa refleja que, pese al despliegue mediático, China aún enfrenta obstáculos para convencer a los clientes más exigentes. El rechazo saudí no solo afecta las aspiraciones comerciales de Pekín, sino que también evidencia que la confianza en los cazas chinos todavía está en construcción.
El sigilo aéreo como ventaja decisiva
El debate sobre el J-35 se conecta con otro avance tecnológico de China: un dispositivo furtivo de plasma capaz de hacer que un avión desaparezca de los radares enemigos. Este desarrollo , revelado por científicos del oeste del país, utiliza partículas cargadas para interferir con ondas electromagnéticas y promete una nueva era en el sigilo aéreo , una capacidad que hasta ahora solo estaba al alcance de unas pocas potencias militares.
La presentación del J-35 en Dubái muestra que China no quiere quedarse atrás en la carrera por los cazas furtivos . Aunque enfrenta dudas sobre su rendimiento y rechazos estratégicos como el de Arabia Saudita , Pekín busca consolidarse como un actor clave en el mercado militar global. La pregunta es si el J-35 logrará pasar de ser una vitrina tecnológica a convertirse en un verdadero competidor frente a Estados Unidos y Rusia.

Xataka México
La Jornada Deportes
Noticias de México
Infobae México
Proceso
RT en Español
Por Esto!
NBA