La Casa Blanca dio a entender este lunes que EE.UU. ejecutó un segundo ataque a supervivientes de un primer bombardeo contra una lancha con presuntos vínculos con el narcotráfico en septiembre en el Caribe, pero insistió en su legalidad y exoneró de cualquier responsabilidad al secretario de Guerra, Pete Hegseth, en un momento en el que el Congreso se dispone a investigar un posible crimen de guerra.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó como “verdadera” la afirmación de que Hegseth no dio la orden directamente, al ser consultada hoy por un periodista en una rueda de prensa. Luego leyó un comunicado en el que la Administración sostiene que el controvertido ataque, revelado por The Washington Post, “tuvo lugar en aguas internacionales y estuvo en conformidad con el

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