Sabino Aguad fue el depositario de buena parte de la ira de los hinchas de Unión Española después de la derrota frente a O’Higgins. La caída ante los rancagüinos es un resultado histórico, aunque en el peor sentido posible: sentenció el segundo descenso del equipo de colonia a la Primera B, la segunda categoría del fútbol chileno.

El gerente deportivo de los hispanos asumió una tarea poco grata: la de dar la cara. Lo hizo, riesgosamente incluso, en la tribuna, donde recibió los reproches de los fanáticos por la gestión que desembocó en el desastre deportivo. Y repitió el ejercicio minutos después en la sala de prensa del estadio Santa Laura.

¿Con un palo a Parisi? La férrea defensa de Sabino Aguad a Jorge Segovia tras el descenso de Unión Española

Ante el periodismo, el personero asumió

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