La bala le alcanzó el brazo izquierdo y rozó el pecho. Bob Marley cayó hacia atrás, aturdido por el estruendo, mientras el caos estallaba dentro de su casa en Kingston. Era la noche del 3 de diciembre de 1976 y, en la sala de estar, los Wailers ensayaban para el concierto Smile Jamaica , convocado como un breve respiro de paz en medio del clima de guerra política que sacudía la isla.

El primer disparo resonó en seco en el patio, justo cuando Rita Marley abría la puerta para ingresar a la casa. Del otro lado, el terror: siete hombres armados, organizados y sin vacilaciones, rodeaban la vivienda. Tres de ellos vigilaban las salidas; los otros cuatro cruzaron la cocina y la música se detuvo de golpe, como si alguien hubiera cortado el aire... La casa, refugio de mística y coraza para

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