La Catedral de Cuenca ha recuperado el retablo mayor de la Capilla de los Apóstoles, una obra del siglo XVI atribuida al maestro Martín Gómez el Viejo y considerada una de las creaciones más monumentales de la pintura conquense.

Tras tres años de trabajos, el retablo ha sido devuelto a su emplazamiento original y este miércoles se ha presentado públicamente el resultado final de la intervención en un acto en el que se ha subrayado la complejidad y el valor histórico de la intervención.

Durante la presentación, el capellán mayor de la Catedral, Miguel Ángel Albares, ha explicado que el retablo “no debió ejecutarse en una sola campaña, sino a lo largo de varios años”, recordando que su mazonería fue contratada en 1560 con el alemán Giraldo de Flugo, mientras que las pinturas se realizaron

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