Agua que no has de beber, déjala correr… si aún queda (dicho popular actualizado).
Socialmente, se fortalece la percepción de que la construcción de las presas “para garantizar el abasto de agua a Hermosillo por los próximos 30 años” es una broma pesada, o un plan con dedicatoria minera.
Se tiene claro que el desperdicio en Hermosillo es de más del 50 por ciento del agua que ingresa a la red distribuidora, y que la inversión de 7,500 millones de pesos para las obras anunciadas en el Plan Hídrico serán, en estas condiciones, un gasto inútil y en resumidas cuentas un desperdicio.
La cosa se pone aún más triste si se considera que el río Sonora no tiene un flujo que le permita llegar al mar, porque desde su nacimiento es mermado por múltiples concesiones en beneficio de la explotación mine

Proyecto Puente Hermosillo

El PAÍS América
Prensa Latina
Raw Story
Voice of Alexandria Sports
Slate Politics
AlterNet
Cache Valley Daily
America News