El PSOE ha convocado de manera urgente una reunión en su sede de Ferraz para abordar las graves denuncias de acoso sexual contra Paco Salazar, exasesor del presidente Pedro Sánchez. La cita, programada para esta noche a las 21:30, reunirá a las responsables de Igualdad de las distintas comunidades autónomas y a las portavoces de los parlamentos autonómicos, el Congreso y el Senado. La secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé, liderará la videollamada.

Este encuentro se produce tras la revelación de que varias mujeres denunciaron a Salazar por presuntos comportamientos machistas y acoso sexual. Las denuncias fueron presentadas a través de los canales internos del PSOE, pero se ha informado que la información relacionada con el caso desapareció de la plataforma digital del partido, lo que Ferraz atribuyó a un "fallo informático".

La situación ha generado una creciente indignación dentro del partido. Dirigentes socialistas han expresado su descontento, exigiendo explicaciones sobre por qué las denuncias no fueron investigadas adecuadamente. Un alto cargo del PSOE de Andalucía afirmó: "Esto no se puede zanjar como si no hubiera pasado nada. Queremos que nos expliquen qué ha pasado".

La secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé, ha convocado esta reunión en un intento de calmar las aguas y abordar las preocupaciones de las federaciones socialistas. Sin embargo, la presión aumenta, ya que muchos miembros del partido consideran que la dirección ha manejado el asunto de manera inadecuada. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, calificó de "asquerosos y deleznables" los comentarios de Salazar y pidió que el partido sea más riguroso en la selección de sus cargos.

Las denuncias, que datan de julio, habían sido ignoradas durante meses, lo que ha llevado a críticas sobre la falta de acción del partido. Tras la reciente atención mediática, Ferraz ha comenzado a contactar a las denunciantes para reactivar el proceso de investigación, que había estado paralizado. Las víctimas han recibido notificaciones que confirman que sus denuncias han sido admitidas a trámite, lo que marca un cambio significativo en la respuesta del partido.

El escándalo ha puesto en jaque la imagen del PSOE, especialmente entre su electorado progresista, que ha sido fundamental para su éxito electoral. La situación se complica aún más por las conexiones de Salazar con la dirección andaluza del partido, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la protección que pudo haber recibido por parte de sus compañeros. La reunión de esta noche será crucial para determinar los próximos pasos del PSOE en este delicado asunto.