Liverpool dejó pasar una gran oportunidad en Anfield y terminó empatando 1-1 ante un Sunderland que volvió a ratificar que su regreso a la Premier League no es casualidad. El conjunto dirigido por Arne Slot buscaba su segundo triunfo al hilo tras cortar la mala racha de tres partidos sin ganar, pero la falta de puntería y un error defensivo lo condenaron a repartir puntos. Del otro lado, el recién ascendido mantuvo su identidad competitiva y continúa firme en los puestos altos de la tabla.

En el primer tiempo, Liverpool manejó la pelota , circuló con paciencia y generó las mejores situaciones, pero sin precisión en los metros finales. La ausencia de contundencia volvió a marcar a los Reds, que se fueron al descanso sin poder romper el bloque defensivo de Sunderland. La visita,

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