CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — Durante 35 años, la zoóloga estadounidense Laurie Marker ha estado recolectando y almacenando muestras de esperma de guepardo en Namibia con la esperanza de que los conservacionistas nunca tengan que usarlas.

Le preocupa que el animal terrestre más rápido del mundo pueda estar algún día al borde de la extinción y se llegue a necesitar de reproducción artificial para salvar la especie.

Marker asegura que el banco de esperma en el Cheetah Conservation Fund, el organismo que fundó en esta nación del sur de África, es un "zoológico congelado" de guepardos, el cual ha estado construyendo desde 1990. Las muestras que contiene se utilizarían en el peor de los casos para estos felinos, cuyas cifras han disminuido alarmantemente en estado silvestre durante los úl

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