" El país se juega mucho ”, ha ido repitiendo estos días el conseller de Agricultura, Óscar Ordeig , en las múltipes comparecencias ante los medios que ha ido haciendo desde que estalló el brote de peste porcina en la montaña de Collserola. Unos contagios que ha encendido todas las alarmas en una de las industrias que más dinero mueve cada año en Cataluña.

Concretamente, según las estimaciones del Govern, hasta 1.000 millones de euros anuales en exportaciones están por el momento en jaque, a la espera de ver si los contagios detectados entre jabalíes de la periferia barcelonesa se limitan a un contagio controlado o si la enfermedad acaba saltando a las granjas y desencadenando una crisis sin precedentes en la industria alimentaria catalana.

"El país se juega mucho", pero dentro del s

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