Un contingente de internos fue trasladado días atrás al Centro de retención y resguardo policial Guasina.

Quienes lo habitan, acordaron darles la bienvenida a lo grande. Los recién llegados decidieron sumarse y, en conjunto, pusieron manos a la obra dando brillo y color al recinto.

Las gráficas ilustran el esfuerzo, atendiendo la planta física con los recursos a su alcance.

El antiguo retén, va para cuatro años, sin que se conozca de una persona fallecida por hechos de violencia puertas adentro.

Tampoco se tiene noticias de la ocurrencia, allende sus muros, de delitos ordenados por los confinados.

El termino pran pasó a olvido y cada vez son más las libertades, bien entendidas: días de visita, jornadas pastorales, encuentros familiares y operativos médicos, entre otros, de los que se

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