Varios protagonistas que aspiran a la gubernatura de 2027 ya muestran señales de fuertes calenturas. Todos se mueven en un escenario en el que las reglas brillan por su ausencia. ¿A quién le corresponde meter orden en la carrera por la gubernatura de Nayarit? La respuesta es sencilla por obvia: son los partidos los que deben ordenar la competencia. Solamente que hay un problema y es serio: los partidos no existen.

En la realidad política, el orden en la busca de cargos públicos debe procurarse desde las esferas de poder. Ese poder no necesariamente se obtiene por medio de los cargos públicos. Un ejemplo de lo anterior, es el proceso sucesorio que se vivió en México rumbo a las elecciones presidenciales del 2000. El expresidente Ernesto Zedillo no controló ni a los integrantes de su gabine

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