La llegada de trabajadores migrantes entre 2019 y 2024 evitó que cuatro comunidades autónomas (Asturias, Castilla y León, La Rioja y Galicia) perdieran población activa y amortiguó la caída de personas en disposición de trabajar en Extremadura, donde se redujo solo un 0,6%.
La conclusión parte de un estudio de Funcas incluido en sus Previsiones económicas para las comunidades autónomas 2025-2026 , que pone en valor el “papel muy importante” de la inmigración para sostener el empleo en la mayor parte de las regiones: el 62% de los nuevos activos del mercado laboral español desde 2022 han nacido en el extranjero o tienen la doble nacionalidad.
Sin embargo, este efecto se moderará en los próximos años: del millón de nuevos trabajadores que ha llegado en los últimos tres años, la movilidad se reducirá hasta el entorno de los 850.000, según los cálculos del director de coyuntura del centro de estudios, Raymond Torres. Esto motivado por un factor concreto: la vivienda.
“Nuestra previsión se basa también en una moderación del crecimiento de la población activa, que ha sido el gran artífice del ciclo expansivo hasta este año, pero a partir del año que viene consideramos que este factor va a perder fuerza por la crisis de vivienda, con precios muy altos altos y dificultad para encontrar vivienda, lo que dificulta la movilidad laboral nacional e internacional”, ha apuntado durante la rueda de prensa.
El crecimiento no es solo por la inmigración
Castilla y León ganó un 0,9% de activos, Galicia un 1,7%, Asturias un 2% y La Rioja un 3,7%. En todas ellas el factor migratorio fue fundamental para sostener el mercado laboral. En Extremadura apenas se rebajó un 0,6%, ya que la llegada de extranjeros no fue capaz de compensar del todo la salida de población activa espaoñola.
Con todo, los efectos fueron notables en todas las comunidades autónomas, salvo en Canarias, que es la única que ha perdido población activa extranjera y ha sido plenamente compensada por personas españolas.
Las regiones más dinámicas, como Comunitat Valenciana (10,4%), Madrid (9%) o Catalunya (8,6%), ganaron más población activa que el resto fundamentalmente por la atracción de personas extranjeras.
Si bien este factor ha sido fundamental para explicar el crecimiento económico de los últimos años, que ha sido más elevado en España que en el resto de los socios, no ha sido el único. “La inmigración por sí sola no explica ese crecimiento porque otros países han tenido un crecimiento muy importante de la inmigración, pero no crecimiento económico”, ha explicado el economista.
“En el caso de la economía española, confluye el factor de oferta, que es la emigración, con otros factores como es la productividad, como el tirón de la demanda, como el turismo...”, ha desarrollado. En algunos sectores, como la construcción o la hostelería, su aportación ha sido fundamental para la “redinamización” del tejido productivo.
En este sentido, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha valorado que el escenario más habitual en sus previsiones económicas hace un lustro era la pérdida de población en determinadas partes del territorio y la llegada de extranjeros ha sido capaz de evitarlo. “Todo este flujo migratorio en algunas comunidades, por ejemplo Asturias, ha revertido, no sabemos si de manera estructural, esa pérdida de población”, ha dicho.
Dos sendas de crecimiento diferentes
Las previsiones de Funcas indican que cinco comunidades autónomas crecerán por encima de la media española este año (2,9%): Islas Baleares (3,5%), Canarias (3,5%), Andalucía (3,3%), Madrid (3,3%) y La Rioja (3,2%). El avance del producto interior bruto (PIB) se desacelerará de manera general el año que viene (1,9%), con otras cinco regiones registrando un alza superior: Madrid (2,3%), Andalucía (2,1%), Baleares (2,1%), Canarias (2%) y Catalunya (2%).
“La desaceleración procederá de la moderación esperada del crecimiento de la población activa, ante la situación que prevalece de escasez de vivienda y el descenso de la movilidad laboral que ya empieza a percibirse en los territorios más dinámicos. Además, las exportaciones seguirán teniendo un comportamiento discreto, particularmente las del sector automotriz, y el turismo frenará su crecimiento”, apunta el informe.
Funcas detalla que a futuro se prevén “dos sendas de crecimiento” diferenciadas para las regiones. Por un lado, para aquellas como las del valle del Ebro, Baleares y Galicia, que tienen una tasa de paro reducida, será fundamental la elevación de la productividad y la capacidad de atracción de nuevo talento, exigiendo un mayor esfuerzo de inversión productividad en capital humano y vivienda. En este grupo también se incluyen Madrid y Catalunya, más dinámicas, donde sigue llegando mucha población activa del extranjero.
Por otro, se incluyen aquellas comunidades donde aún el paro sigue siendo elevado y tienen capacidad productiva propia para crecer. Aquí es fundamental el desarrollo de las políticas activas de empleo para activar la inserción de los parados y sustentar el crecimiento.

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