Lo mejor del nuevo disco de Rosalía no es la música. No porque sea mala, sino porque el verdadero valor está en el dispositivo que construye a su alrededor. LUX funciona como una obra total, donde la música es solo una pieza dentro de una arquitectura mayor: comunicación, marketing y diseño de experiencia. Rosalía hace música, sí, pero también orquesta operaciones culturales.

El lanzamiento fue una coreografía global. En agosto, stories efímeras mostraban partituras, fotos de estudio y símbolos religiosos sin una sola publicación abierta. En octubre, una partitura subida a Substack provocó que decenas de músicos la reinterpretaran en redes, mientras vallas crípticas aparecían en Madrid y Nueva York. Poco después, su web resucitó con nuevo logo y vídeos de orquestas tocando fragmento

See Full Page