En el último tiempo, la agenda cultural recuperó un pulso que parecía haberse detenido. Músicos, productores, libreros, gestores culturales y hasta los propios públicos coinciden en algo que se repite en cada entrevista, en cada escenario y en cada feria: el valor del encuentro volvió a ocupar un lugar central. No como consigna, sino como una práctica concreta que hoy sostiene recitales, ciclos literarios, peñas, festivales y concursos que, antes de la pandemia, formaban parte de una rutina que nadie imaginaba frágil. Recital

La cultura después de la pandemia

La reaparición de la actividad presencial no se limitó a la reapertura de salas. Lo que se ve es otra cosa: familias completas en festivales barriales, jóvenes que encuentran en las peñas un espacio para disfrutar, lectores que es

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