La noche de l 3 de diciembre , el silencio habitual de una calle en Los Olivos se quebró cuando un empresario de abarrotes fue secuestrado a unos pasos de su vivienda. El hombre acababa de estacionar su camioneta y se disponía a abrir la reja que protege la cuadra cuando fue interceptado por cuatro ciudadanos extranjeros que lo habían seguido desde la zona de Fiori , donde queda su negocio. Todo ocurrió en segundos.

La escena fue observada por vecinos y clientes de una bodega cercana. Algunos apenas lograron ver cómo los hampones lo obligaban a subir a un vehículo blanco, mientras que otros quedaron paralizados ante la violencia del momento. La camioneta de la víctima quedó abandonada, con las luces encendidas y las puertas abiertas, como un recordatorio del ataque que acababa de oc

See Full Page