Las pruebas de su crueldad y falta de arrepentimiento fueron abrumadoras, llevando a una rápida condena

El sistema judicial de Japón cerró recientemente uno de los casos criminales más atroces de su historia moderna. Takahiro Shiraishi , tristemente célebre como el " Asesino de Twitter ", fue ejecutado por ahorcamiento , poniendo fin a un proceso que no solo conmocionó al país por la violencia de los actos, sino también por el macabro uso de las redes sociales para la manipulación de personas vulnerables.

Entre agosto y octubre de 2017, la ciudad de Zama , en la prefectura de Kanagawa, se convirtió en el escenario de una serie de crímenes que expusieron la fragilidad de la interacción humana en el entorno digital. Shiraishi, de 34 años , operaba en la plataforma Twitte

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