Desde este 4 de diciembre, entra en vigencia el Proyecto de Ley del Senado 8 (SB 8), la polémica “ley de baños” que restringe el acceso a los baños y vestuarios en la mayoría de los edificios públicos según el sexo asignado a las personas al nacer.

Dicha norma, aplicada a escuelas públicas, universidades y agencias gubernamentales estatales y locales, les ordena tomar “todas las medidas razonables” para asegurar que las personas utilicen instalaciones que coincidan con el sexo asignado al nacer, pero la ley no proporciona su definición de “razonable”.

La misma es considerada por sus defensores como la senadora Mayes Middleton, como “un paso crucial para proteger la seguridad y la privacidad de las mujeres” frente a lo que califican como “ideología de género radical”.

Sin embargo, oposit

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