VERACRUZ , VER.- “Creí que nunca volvería a manejar”, admite con una sonrisa José Luis Barrios de La Cruz mientras conduce el Ulúa U-058 por las calles del puerto jarocho . Con la mirada fija en el camino y su único pie en los pedales del vehículo automático color arena recién llegado a Veracruz , el hombre de 45 años insiste: “Haga de cuenta que volví a nacer, es otra oportunidad de vida para mí estar al volante”.

No hay otra cosa que José Luis haga mejor que manejar. Se siente libre, completo, y hasta olvida que hace 10 meses perdió su pierna izquierda por culpa de la diabetes tipo 2 : una ampolla en su dedo gordo que rápidamente gangrenó, fue la razón por la que se debatió entre la vida y la muerte los primeros días de enero pasado.

Con dolor, José Luis aceptó la ampu

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