Netflix dio uno de los pasos más audaces en la historia de la industria al concretar la compra de Warner Bros. Discovery por una cifra que rompe cualquier antecedente: 82.700 millones de dólares. El gigante del streaming, que venía anticipando una estrategia expansiva, tomó control de una de las productoras más emblemáticas del último siglo y de su vasto universo de contenidos, incluyendo HBO, HBO Max y sus unidades de cine y televisión.

La operación no solo marca un antes y un después en el negocio del entretenimiento, sino que plantea nuevos desafíos regulatorios por la magnitud del conglomerado resultante. El acuerdo se enmarca en un proceso de reestructuración interna de Warner, que ya había adelantado la separación de su división Global Networks en una compañía independie

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