Ser influyente no es imponer ni manipular. Es la capacidad de impactar en las decisiones, emociones o percepciones de otros de manera sutil , ya sea a través de una conversación, una actitud o una elección estética.

Las personas influyentes suelen destacarse por su seguridad, claridad en el mensaje y coherencia entre lo que dicen y hacen. Generan confianza y despiertan interés , por lo que su presencia puede transformar un ambiente sin necesidad de grandes esfuerzos.

La psicología describe algunos rasgos frecuentes en quienes logran influir en los demás: carisma, capacidad de escucha, estrategias de comunicación efectivas y un fuerte manejo del lenguaje no verbal. Y sí: eso también incluye la elección de colores a la hora de vestir .

Porque aunque la ropa no define la personalidad

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