El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha recibido este viernes su primera visita en la prisión de Soto del Real. Según desvela OKDIARIO , su hijo, Víctor Ábalos, y su pareja, Andrea de la Torre, acudieron al centro penitenciario cargados con ropa térmica y lo encontraron resfriado, agotado y afectado por las duras condiciones del módulo donde permanece ingresado desde hace una semana. La escena, fría y a través de un cristal, reflejó el impacto del encarcelamiento del que fuera uno de los hombres más poderosos del Gobierno.

Primer encuentro: frío, cristal y un paquete de pañuelos

La visita comenzó a las 17:40 tras un pequeño problema técnico en el control de acceso. Ábalos , sentado al otro lado del cristal, apareció encogido por el frío , con un paquete de pañuelos en la mano debido al resfriado que arrastra desde hace días. Mostró a los familiares la delgadez de la almohada de prisión comparándola con el propio envoltorio de los pañuelos:

«Es tan fina como esto», les dijo.

El exministro también les explicó que lleva varias noches sin dormir bien , no solo por la almohada, sino por el colchón de gomaespuma , de apenas unos centímetros, habitual en los módulos de prisión preventiva.

Un invierno duro en la sierra: «La escarcha llega a las ventanas»

Soto del Real vive estos días temperaturas mínimas de un grado , lo que convierte las noches en un desafío.
Ábalos relató que se despierta «tiritando», y que solo ha mejorado ligeramente desde que un preso que salió del módulo le dejó una manta extra:

Ya suma tres mantas para intentar pasar las noches con mayor comodidad.

El exministro intenta mostrarse fuerte

A pesar del impacto emocional y físico, Ábalos insistió en transmitir tranquilidad:

  • «Estoy bien», repitió.

  • Preguntó insistentemente por el bienestar de los suyos.

  • Intentó minimizar su sufrimiento para no aumentar la preocupación familiar.

Les pidió también que mantuvieran la calma ante la presencia constante de periodistas, recordando que es el preso más mediático de España en estos momentos.

Comparte celda con Koldo García

El exasesor Koldo García , también en prisión preventiva, comparte celda con Ábalos . Ambos —que durante años compartieron viajes, comidas y trabajo al más alto nivel en el Gobierno— se ven ahora recluidos en una habitación de pocos metros.

Koldo incluso saludó a las visitas del exministro desde la sala de comunicaciones.
Sus propias visitas prefieren mantenerse en el anonimato.

Un ambiente tenso, pero sin conflictos

Víctor y Andrea esperaron junto a familiares de otros presos, muchos de ellos latinoamericanos. Ábalos les contó que, aunque el ambiente es «bueno», la situación es:  «Muy jodida».

El exministro está adaptándose poco a poco al régimen penitenciario. Ha comprado una pequeña televisión, aunque un apagón le impidió estrenarla, y dispone de varios juegos de mesa para pasar el tiempo. Realiza llamadas diarias a su entorno cercano.

Ábalos aprovechó el encuentro para detallar a su familia lo que necesita para la vida en prisión y para planificar futuras visitas.
En paralelo, tiene declaraciones judiciales próximas relacionadas con temas de honor, pero ha dejado claro que su prioridad son los suyos.

Tres meses con cristal: 40 minutos que vuelan

Durante los tres primeros meses en prisión preventiva, todas las comunicaciones serán con cristal , sin contacto físico.
Las visitas presenciales duran un máximo de 40 minutos , lo que, según la familia, «se pasa en un suspiro».

Ábalos, que jamás imaginó acabar en prisión tras ser durante años la mano derecha de Pedro Sánchez , se enfrenta ahora a una vida completamente distinta, marcada por el frío, la incertidumbre judicial y la soledad carcelaria.