La administración Trump ha reavivado la guerra contra las drogas, declarando a los cárteles como "narcoterroristas" y aumentando las acciones militares en América Latina. Esta ofensiva se enmarca en una larga historia de esfuerzos de Estados Unidos para frenar el tráfico de drogas, que comenzó en la década de 1970 bajo el mandato de Richard Nixon. La guerra contra las drogas ha sido objeto de críticas por académicos, activistas y legisladores, quienes la consideran un fracaso. A pesar de las duras sanciones impuestas en el pasado, el flujo de sustancias ilícitas hacia Estados Unidos continúa sin cesar. Recientemente, el presidente Trump publicó un video en su cuenta de Truth Social, donde mostró un barco del Tren de Aragua, supuestamente transportando drogas desde Venezuela. En respuesta, ordenó un ataque militar. David Farber, profesor de historia en la Universidad de Kansas, comentó sobre la situación: "Esto forma parte de la guerra contra las drogas. La administración Trump ha decidido intensificar las actividades militares, incluyendo órdenes de matar de manera extrajudicial a personas percibidas como narcotraficantes". La guerra contra las drogas, que se ha mantenido por más de 50 años, ha evolucionado. Inicialmente, se centró en la criminalización y el castigo, pero en años recientes ha comenzado a incluir enfoques de tratamiento y educación. Sin embargo, la administración actual ha optado por un enfoque más agresivo, utilizando términos bélicos para describir la lucha contra el narcotráfico. Farber también destacó que la guerra contra las drogas ha sido más una metáfora que una realidad tangible, pero ahora se está transformando en una acción militar más directa. La historia de esta guerra ha sido compleja, y el futuro de la política antidrogas en Estados Unidos sigue siendo incierto.