No será una manifestación, ni tampoco una sesión de control extraordinaria, lo que provoque lío y pare el tráfico este domingo por la mañana en la puerta del Congreso de los Diputados. Los responsables serán una maqueta que reproduce el edificio a escala y la comitiva que la acompañará, todo un símbolo del estado que ahora sale a calle convertido por el artista y activista teatral Roger Bernat en una especie de paso de Semana Santa que procesionará, a partir de ese punto, por el centro de Madrid. La performance , si queremos llamarla así, tiene como objeto que la ciudadanía se reapropie de ese icono del poder popular que es el parlamento y que este se exponga a la intemperie de la misma manera que está expuesta la democracia. "O somos capaces de desmontarlo e incluso maltratarlo, y p

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