El concierto de Anuel AA en el Arena Monumental de Lima se convirtió en un evento polémico debido a un retraso significativo en su inicio. Programado para comenzar a las 10:30 p. m. del viernes 5 de diciembre, el espectáculo no arrancó hasta casi las 3:00 a. m. del sábado 6, lo que generó una ola de descontento entre los miles de fanáticos que esperaban ansiosos su regreso a la capital peruana.

Los asistentes, que llegaron desde temprano, se encontraron con una larga espera y escasa información sobre la tardanza. Muchos comenzaron a expresar su frustración en redes sociales, donde se quejaron de la falta de respeto y compromiso por parte del artista. Una de las asistentes comentó: "Sí se ha demorado bastante, yo llegué como a las 9:30 y recién avisaron que él estaba en Lima".

La situación no solo afectó a los fanáticos dentro del recinto, sino que también provocó serios problemas de tráfico en la avenida Javier Prado Este. Los embotellamientos se extendieron por horas, complicando el regreso a casa de muchos asistentes. Algunos decidieron abandonar el concierto antes de que terminara, incapaces de soportar la congestión y la dificultad para conseguir transporte.

La productora Iguana Producciones, encargada del evento, había anunciado previamente que el inicio estaba previsto para las 10:30 p. m., con un show previo de DJ Fabian a las 6:00 p. m. Sin embargo, el telonero cumplió con su horario, mientras que Anuel AA llegó al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a la 1:30 a. m. debido a un retraso en su vuelo. En un comunicado, la productora explicó que el artista había tenido "un leve retraso debido a un inconveniente con su vuelo" y pidió paciencia al público.

Finalmente, Anuel AA subió al escenario alrededor de las 3:00 a. m., y aunque la energía del público cambió a euforia, la noche estuvo marcada por el contraste entre la indignación inicial y el entusiasmo posterior. El espectáculo se extendió hasta la madrugada, lo que también generó molestias entre los residentes cercanos por el ruido.

Este incidente se suma a una serie de retrasos en la carrera del cantante, quien ya había enfrentado críticas por impuntualidad en conciertos anteriores, incluyendo uno en Madrid el 23 de noviembre. La situación en Lima ha reavivado el debate sobre la puntualidad y el compromiso de los artistas con su público.